Después
de una breve pero intensa andadura, seguimos trabajando sobre las
formas organizativas y maneras de funcionamiento de la Asociación
Agrodílar. La siguiente propuesta es el resultado de un intenso
debate entre los miembros de la asociación, por lo que se trata de
una construcción colectiva. A continuación desarrollamos en qué
consiste la nueva forma de organizar la distribución de semillas, la
cesta y el puesto comunal.
- Distribución de semillas
La
Asociación es la encargada de proporcionar las semillas y plantones
de los cultivos para la asociación, según la planificación
acordada y la distribución de los cultivos entre las huertas. Esta
labor se gestiona a través de los grupos de trabajo de semillero.
Cada
huerta, pues, recibirá las semillas de los cultivos que han decidido
asumir para la asociación. Cada entrega de semillas/plantones ha de
ser registrada y transformada en dileños. De esta manera, cada
huerta ha de aportar en productos el número de dileños que se le ha
entregado en semillas/plantones.
El
valor de las semillas responderá a su coste, tanto los euros de las
semillas como el trabajo que conlleva cultivar los plantones. Así,
las semillas de siembra directa valdrán en dileños su coste en
euros (por ejemplo, si son de sobre 1,20 dileños). Sin embargo, los
plantones cultivados en los semilleros valdrán en dileños lo que
cuesta en euros en las tiendas (para lo que habrá que hacer un
listado de los precios de cada cultivo).
El
trabajo de los grupos de semillero se valorará igualmente. Este
grupo recibirá de los plantones el valor total menos el coste de la
semilla. Por ejemplo, si cada plantón de cebolla costara en las
tiendas 0,05 céntimos, y se entregaran 100 plantones, el grupo del
semillero recibiría 5 dileños menos el 1,20 de las semillas, o sea,
3,80 dileños (a repartir entre los miembros del grupo).
Con
este intercambio quedaría saldada la deuda inicial de cada huerta
con la Asociación, lo que otorga la decisión final relativa a qué
hacer con los productos (si consumirlos, intercambiarlos o venderlos)
a cada agricultora en relación a su parte del cultivo.
- La Cesta Comunal
Cada
miembro ha de decidir los productos de su parte que quiere destinar
al intercambio. Una vez hecho esto, y de cara a la reunión de la
asociación previa a la cesta, cada huerta presentará su propuesta
de productos disponibles para el intercambio.
En
la reunión previa a la Cesta se decidirá sobre lo que cada huerta
puede aportar a la Cesta, en función de la demanda. Así pues, se
hará un triple ejercicio:
- Listado de productos ofertados por cada huerto: lo que muestra la disponibilidad que hay en cada huerta en cada momento.
- Listado de demandas de productos: donde cada persona comunicará los productos por los que está interesado.
- Distribución de aportaciones a la cesta: teniendo en cuenta los listados anteriores, se decidirá colectivamente lo que cada huerta equitativamente aportará a la cesta comunal.
Con
este sistema buscamos reducir al máximo las pérdidas en los
excedentes de productos que no se intercambien.
El
día de la Cesta se dará entrada a los diferentes productos
aportados por cada persona otorgándoles un valor en dileños, con
los podrá adquirir otros productos.
La
Asociación se quedará con un 10% de las aportaciones de cada
productor que se intercambien. Es decir, si hay productos que no se
llegan a intercambiar, no se le aplicará a éstos ese 10% y el
productor se los llevará consigo.
- El Puesto de venta
En la reunión
previa al puesto (la misma que la de la Cesta) se realizará algo
parecido a lo hecho con la cesta, pero con alguna salvedad.
Primero
se hará un listado
de oferta de productos
donde
se tendrán en cuenta, además de lo disponible en cada huerta (de
los productos para la asociación), los productos de la asociación
(el 10% de los intercambios en la CC.) y las contrapartidas de las
semillas (los productos que cada huerta entrega a cambio de las
semillas recibidas).
Dado
que la parte de la asociación nos beneficia a todas, todos sus
productos entrarían directamente en el puesto. Acto seguido, y dado
que no contamos con un conocimiento de la demanda, la asociación
estimará una demanda y repartirá
equitativamente los productos
que
cada huerta ha de aportar (en función de su oferta).
Con este acuerdo
colectivo, la Asociación asume la responsabilidad sobre los
excedentes que queden del puesto. Es decir, una vez se cierre el
puesto, se echarán cuentas y se repartirá en función del
porcentaje de aportaciones. La Asociación se llevará el 20% de la
caja (10% para las personas del puesto y 10% para la caja de la
Asociación). Además de la aportación económica, cada persona de
la asociación que aporte productos compensará su aportación con
otros productos del puesto o, en su defecto, con su valor en dileños.
Los excedentes serán
asumidos por la asociación (compensado en dileños a los productores
de esos cultivos). La Asociación ha de buscar formas de recolocar
los productos (listado de contactos, grupos de consumidores...) para
minimizar las pérdidas. Entre las posibles salidas también se
contempla la elaboración de conservas para la asociación.
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